La soprano uruguaya de proyección internacional, María José Siri, fue nuevamente reconocida a nivel mundial, esta vez con el International Opera Awards "Stella della Lirica", que se presenta como el Oscar del canto lírico, es decir, el reconocimiento mayor dentro una disciplina artística. La uruguaya competía en la sexta edición de los premios ideados por Alfredo Troisi, en la categoría soprano, junto con la rumana Elena Mosuc y la rusa nacionalizada austríaca Anna Netrebko. La magnitud de sus rivales da cuenta también del logro que cosecha esta artista. La ceremonia de entrega de las estatuillas será recién en diciembre y se llevará a cabo en China.
Estos preciados premios se entregan en Italia y son impulsados por la fundación Verona per lArena, y por la Confederación Italiana de Asociaciones y Fundaciones por la Música Lírica y Sinfónica. Se diferencian de los International Opera Awards que se entregan en Londres, y son promovidos por la revista Opera Magazine.
"Este es un premio bastante nuevo, desde el año 95 que se da, y en él los cantantes son premiados por cuerda, es decir, hay un premio para soprano, tenor, barítono. Y abarca también premio a director musical, a escenógrafo, vestuarista, y así todos los rubros de la ópera. Y es un premio que viaja por distintos países. Cada año se entrega en un país distinto", contó Siri ayer a El País.
"Yo me enteré hace unos meses que estaba nominada, en una terna con dos colegas de mucho peso internacional. Y el viernes pasado fue la conferencia de prensa, en la que anunciaron los ganadores. Fue en Verona, que es la sede donde nació el premio, donde fue la primera edición, y yo me empecé a enterar por amigos, que estuvieron allí presentes, porque yo estaba ensayando. Y el lunes me lo informaron oficialmente. Esta premiación tiene interés nacional, y la entrega del premio se hace el 20 de diciembre en China, donde los ganadores tenemos que presentar un espectáculo", detalla la gran voz uruguaya de la lírica mundial.
Siri, radicada en Italia hace muchos años, vive hoy un gran momento profesional, dado que a este premio se suma su pasada actuación, el pasado diciembre, cuando inauguró la temporada de La Scala de Milán con Madame Butterfly. Además, semanas atrás estuvo haciendo Manon Lescaut de Giacomo Puccini en la Ópera de Napoli, donde también cosechó aplausos cerrados.
"Ya cuando me dijeron que estaba en la terna, fue una emoción enorme, porque las dos contrincantes son muy fuertes. Pero este año, el jurado decidió dármelo a mí, y creo que un poco ayudó mi participación abriendo la temporada en La Scala, que fue una vidriera muy importante, y además, obviamente, porque gustó mi desempeño. Yo estoy fascinada, porque un premio así te motiva. Esta carrera es muy sacrificada, muy solitaria. Y pasan los años y van pesando, porque tenés que siempre estudiar óperas nuevas, estar siempre solo en los hoteles, viajar mucho. Yo como madre, organizar las cosas con respecto a mi hija, a veces desde lejos, es todo muy complicado. Y un premio así es una caricia, es un regalo. Y la ceremonia va a ser televisada, y se estima que la van a ver más de 400 millones de personas", explica Siri, todavía bajo el entusiasmo del merecido premio.