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domingo, 15 de abril de 2018

Ida Vitale, una vida escrita en verso

DE PORTADA

Ida Vitale, una vida escrita en verso

Instalada de nuevo en Montevideo, la poeta uruguaya más premiada recibe con “cierta sorpresa” el reconocimiento tardío en su tierra. Foto: Marcelo Bonjour. 
Ida Vitale en su apartamento de Malvín. Foto: Marcelo Bonjour
Vea el video.
¿No la reconocen?", pregunta Ida Vitale señalando la foto en blanco y negro con una dedicatoria en lapicera roja, que está recostada en una biblioteca. No es un buen día, pero lejos está Ida de perder su calidez y bonhomía. "Es María Elena", dice casi enseguida, refiriéndose a la Walsh. Ese apartamento de Malvín, a solo una cuadra de la rambla que todavía no caminó, parece su casa desde siempre pero no la es. Las plantas florecientes en el balcón, las fotos y otros recuerdos que están por todas partes, las bibliotecas repletas de libros, los adornos, todo da sensación de hogar. Todo es mérito de su hija Amparo y de sus nietas que lo armaron. Y eso que todavía no se ven allí muchas de sus cosas, que están al llegar desde Estados Unidos, donde vivió los últimos 20 años. "Vamos a terminar poniendo libros tapando el piso", dice Ida y se ríe. Y pese a que ríe y ríe mucho y a que esa casa parece un hogar y a que luce distendida, la poeta uruguaya más premiada de los últimos tiempos no consigue aún lo que más ansía hoy: tranquilidad.
Es que desde mayo de 2016, cuando murió Enrique Fierro, su marido, sus días han sido bastante complicados. Que si se quedaba en Austin, donde residían. Que si venía a Uruguay, que a dónde venía si regresaba. Resolver. Levantar una casa. Todo eso cuando dejó de tener tanta energía. Ahí, dice, se le cayó "todo el chaparrón encima". Y esta mujer, que escribió sobre nieve, otoños, primaveras, agosto y Santa Rosa, capea el temporal con 94 años, una lucidez envidiable y una búsqueda, la misma que cree que la hizo y hace poeta.
—¿Por qué es poeta?
—No sé, ¿por qué hacés tú lo que hacés? Porque la vida te lleva o porque te gusta.
—¿Leía poesía de chica?
—No, no era lo que más leía, me gustaba mucho más leer novela. Siempre digo que el problema es que hubo una practicante que nos dio un poema de Gabriela Mistral que no era muy claro, era clarísimo pero no para una niña de 12 años, había ambigüedades..."Una pierde angustiada..."
Ese verso pertenece al poema Cima. La hora de la tarde, la que pone/ su sangre en las montañas./ Alguien en esta hora está sufriendo;/ una pierde, angustiada,/ en este atardecer el solo pecho/ contra el cual estrechaba./ Hay algún corazón en donde moja/ la tarde aquella cima ensangrentada./ El valle ya está en sombra/ y se llena de calma./ Pero mira de lo hondo que se enciende/ de rojez la montaña./ Yo me pongo a cantar siempre a esta hora/ mi invariable canción atribulada./¿Seré yo la que baño/ la cumbre de escarlata?/ Llevo a mi corazón la mano, y siento/ que mi costado mana.
En el poema, la niña Ida Vitale encontró cuestiones de construcción que no entendía ni se tomaron el trabajo de explicarle. Esa actitud fue para ella una "provocación", la llevó a insistir, a leer más. Quería saber por qué ese texto era tan bueno, por qué se lo hacían leer, por qué no lo entendía del todo.
También en su casa la literatura estaba presente. Los libros representaban un "cierto misterio" y despertaban su curiosidad. Una tarea que le habían impuesto, ahora cree que "a propósito para andar entre los libros", era limpiar una vez por semana una bibliotequita.
La primera foto de Ida Vitale.
La primera foto de Ida Vitale.
—¿Y husmeaba un poco?
—Sí, y sobre todo pensaba que después de tanta limpieza algún día me tocaría disfrutar de los libros, entenderlos. Me daban Esopo y me parecía un horror, me sentía humillada porque fueran historias de animalitos.
—¿Y qué sí le gustaba?
Empecé a leer más bien cuentos, novelas. Después llegan los libros clásicos, La isla del tesoro. En aquella época los libros eran menos infantiles. El primer libro me lo regaló una maestra, era un libro para niños, El maravilloso viaje de Nils Holgersson de Lagerlöf. ¿Circula hoy? La edición que yo leía no tenía ni una ilustración, había unas fotografías, para colmo mal impresas y borrosas.
—Usted comenzó a escribir pronto, ¿se acuerda de qué fue lo primero?
—Sí, me acuerdo, ¡claro que me acuerdo! A la hora de la siesta tenía que hacer mis deberes. Y ahí no sé por qué se me ocurrió, supongo que fue por algo que había leído...Lo que escribí era muy invernal, con nieve, que nunca había visto. No siempre uno empieza a escribir sobre lo que conoce, en general tiende a escribir sobre lo que no conoce.
—¿Era un poema?
—Eso pretendía. Después lo pasé en limpio para que quedara bien prolijo. A la semana ya lo había roto. Tenía por lo menos lucidez para darme cuenta.
—¿Ha roto mucha cosa que escribió?
—Sí, supongo que sí. Después uno de grande ya no rompe; si no se terminó queda por ahí.
De todos modos, Ida Vitale no se planteaba en ese entonces ser poeta. Más bien le podría haber interesado ser cantante. Que careciera de un instrumento cerca no la ayudó. Sí se acercó, de todos modos, a la música a través de Olga Linne, soprano que vio en el Ateneo de Montevideo y con quien después estudiaría durante tres años. No lo hacía para cantar sino para, según sus palabras, "entrar en la música". Mientras otros iban al cine, Ida usaba el dinero para tomar clases con esa "mujer estupenda". Y si bien no se dedicó a las partituras, la musicalidad y el ritmo estuvieron, están, presentes siempre.
—A la hora de escribir poesía, ¿qué consejo le dieron y le fue útil?
—Nadie me dio ningún consejo, además yo no decía que pretendiera escribir poesía.
—Usted ha dicho que Juan Ramón Jiménez le hablaba de la importancia de corregir y corregir, algo que también usted hace.
—No es que me lo haya dicho a mí, él decía que hay que escribir y ponerlo en un cajón, olvidarlo y volverlo a tomar como si fuera de otro para tener una visión más despejada de lo que uno ha hecho. No sé... los consejos de aquella época no serían los consejos para hoy.
—¿Y cuáles serían los de hoy?
—Que lean buenos poetas, no sé me ocurren otros. Es un arma de doble filo, porque Neruda fue en un momento un poeta que realmente todos leían, y después resulta que surgían los Neruditas, los que imitaban....
—Entonces, ¿cuál es la clave?
—Creo que hay que leer cosas muy distintas, no fijarse en una persona sola. Si te dejás influir mucho, no va a ser nada muy positivo el resultado, pero sí tener la posibilidad de enfrentarse a distintos caminos, estilos. Tuvimos una buena profesora de Español, te daba autores bien distintos. Durante el año trabajábamos un mes con una página, se leía, se buscaban las palabras, como una manera de entender bien el mecanismo, y después te sugería que hicieras algo a la manera de ese autor. Eran siempre españoles, tenía el buen tino de no hacernos imitar a Cervantes. Y como te daba cosas muy distintas tampoco existía el peligro de que te pegaras a imitar eso.
—¿Se ponía una disciplina a la hora de escribir?
—En determinado momento me di cuenta de que la poesía era algo en serio y que era difícil y que si quería estar en ese camino tenía que tomármelo en serio.
—¿Y eso cuando fue?
—Antes de publicar el primer libro.

Sorpresa.

Son casi las 19 horas del 21 de marzo, Día Internacional de la Poesía, y de a poco el medio centenar de sillas dispuestas en el patio del Museo Blanes para el homenaje a Ida Vitale se va ocupando. Esta mujer de intensa y extensa trayectoria que a partir de 1949, cuando se editó La luz de esta memoria, publicó poesía, crítica, traducciones y artículos periodísticos llega con su hija Amparo, puntual, sonriente. "¿Saludé a todo el mundo?", "¿Besé a todo el mundo?", dirá minutos después. Coqueta — "¿cómo se hace para salir bien en todas las fotos?"—, camina sin dificultades, con una pequeña cartera negra en la mano. Disfruta el homenaje pero este acto y las lecturas que se han organizado últimamente la tomaron con "cierta sorpresa".
Homenaje de la Academia Nacional de Letras a Ida Vitale. Foto: Marcelo Bonjour
Homenaje de la Academia Nacional de Letras a Ida Vitale. Foto: Marcelo Bonjour
—¿No se lo esperaba?
—Es que durante todo el período de México e incluso de Estados Unidos, que veníamos todos los años a Uruguay, yo leí una sola vez en la embajada y una sola vez en el instituto de España. Y ahora sí, parece que la edad arregla la cosa.
Puede ser la edad, sí, puede ser que Uruguay siempre (o casi) es ingrato con sus poetas vivos y más si están fuera de fronteras. Puede ser que de una vez por todas eso empiece a cambiar en estas tierras.
Una tierra que vio nacer a Ida en 1923, partir exiliada junto a su marido, el poeta Enrique Fierro, a México en 1974, regresar a Montevideo con el retorno de la democracia y en 1989 partir hacia Estados Unidos e instalarse hasta hace pocos meses en Austin, Texas.
—¿Disfruta los homenajes como este en el Blanes?
Sí, ver que había gente siempre resulta sorprendente. Yo quisiera estar más tranquila. Tengo un libro por revisar todavía, están esperando desde que murió Enrique. Yo estaba empezando la corrección, después paré y esto, bueno...
—¿Es una novela en este caso?
La novela la estoy trabajando, ni la meneo, porque el día que le toque... Esos a los que me refería son poemas, son los 11 años en México. Es sobre la gente que conocí, es una manera de agradecerles. Fueron de una generosidad...
—Más allá de que en su obra no esté explícitamente presente el exilio en México y sus años en Estados Unidos, ¿siente que afectaron su producción?
Sí, claro, de repente hubiera escrito mejor si me hubiera quedado acá o en España o en México. Uno ve muchas cosas, de pronto distintas.
—Y se nutre de eso.
—Te nutrís pero también a veces eso te puede perturbar. Yo estuve muy cerca de Octavio Paz, que era una poesía totalmente distinta. Más bien trataba de no, de admirar pero no llegar a ese punto...

Afinidades.

En esta casa de Ida con calor de hogar hay varias cajas con fotos. Ella busca una imagen que quiere mostrar, donde estaban "muy divertidos" junto a Carlos Maggi. No la consigue ubicar, pero sí encuentra una foto bien pequeña de Maggi y María Inés Silva tomados de la mano, caminando de espaldas en una playa. "Esa la tomé yo", dice.
En un par de horas de charla Ida nombra a muchos ilustres de las letras, a casi todos por el nombre de pila —son Delmira, Juana, Idea, Gabriela, María Eugenia, Juan Ramón—, signo de una relación cercana con ellos, de tiempo compartido, de un tiempo que ya pasó. Muchos integrantes, como ella, de la célebre Generación del 45, a la que pertenecía también su primer marido, Ángel Rama.
Ángel Rama, Juan José Bergamín, Amanda Berenguer y José Pedro Díaz.
Ángel Rama, , Ida Vitale, Juan José Bergamín, Amanda Berenguer y José Pedro Díaz.
—¿Cómo siente pertenecer a la Generación del 45?
—Yo no creo en las generaciones porque dentro de las generaciones se dan cosas muy distintas.
—¿No siente una pertenencia?
Creo que es un mecanismo para dar clase, para ubicar a la gente. Para ubicar una periodicidad de la literatura la tenían que meter, como sea, de alguna manera; eso ayuda. Pero no creo que agregue mucho, un poco sí, claro, porque el contexto cuando escribía Julio Herrera que cuando escribieron los que vinieron después no es el mismo, algo cambia.
—¿Siente afinidad con algún poeta uruguayo en particular?
—En un momento sentí mucha afinidad con Casaravilla Lemos. De Casaravilla nadie se acuerda, se lo comió Juana, que desde algún punto de vista es mejor, pero de repente uno no pide ayuda a lo más impresionante, lo más perfecto. Casaravilla me parecía una escritura más íntima, menos espectacular que la de Juana pero que igual tenía su valor. No creo que Casaravilla tampoco hiciera mucho por ser famoso, Juana sí. También en eso hay que tenerlo en cuenta.
—¿Y en el caso de Idea?
—Me interesa sí, y éramos amigas en un tiempo. Pero son cosas distintas y tampoco es cuestión de fijarse en uno para tomar un modelo. Hay que tratar de ver bien cómo es una cosa para apartarse. Con toda admiración, y cuanta más admiración y más respeto más hay que alejarse.
¿Para tener una voz propia?
—Supongo. A veces hay momentos en que toda la gente escribe de una manera medio parecida. Digo, a Darío lo distinguimos, pero dentro de ese momento hubo muchos escritores que a veces se parecían.
—¿Qué cree que distingue a su poesía?
—No sé…uno no sabe qué queda realmente, qué llega. El poema que a uno le gusta no es el poema que le gusta a todo el mundo, de pronto la gente se fija más en una cosa....
La poesía de Ida Vitale ha cosechado elogios y premios. Solo por nombrar algunos: el Premio Nacional de Literatura y un doctorado honoris causa en Uruguay, el Octavio Paz y Alfonso Reyes en México, el Reina Sofía y el Federico García Lorca en España y el Max Jacob en Francia.
—¿Cómo observa el transcurrir de su poesía, su trayectoria?
Poca.
—¿En cantidad?
—Sí, claro. Si has escrito más la gente tiene más para elegir... en fin.
Dolly Moore, Ángel Rama, Onetti, Ida Vitale, Enrique Fierro.
Dolly Moore, Ángel Rama, Onetti, Ida Vitale, Enrique Fierro.
La mayor parte de la obra en verso de Ida Vitale se encuentra en Poesía Reunida (1949-2015), un volumen de 491 páginas publicado el año pasado por Tusquets. Y en estos días Estuario reeditó El Abc de Byobu, un texto en prosa poética en el que, fiel a su estilo, Vitale estuvo bien cerca de los detalles. Para la portada eligió Make of Fear, una obra de Paul Klee. Ahora, cuando cae el sol en Malvín le parece que quizás la imagen sea en tonos demasiado pastel para atraer en las librerías. De todos modos, le gusta.
Ida no tiene un poema suyo favorito, pero con Poesía Reunida entre sus manos y tomándose un par de minutos acepta elegir uno y leerlo — "¡no recitar", aclara—. Otoño/ perro /de cariñosa pata impertinente,/ mueve las hojas de los libros./ Reclama que se atienda/ las fascinantes suyas,/ que en vano pasan del verde/ al oro al rojo al púrpura./ Como en la distracción,/ la palabra precisa/ que pierdes para siempre.

Mujeres con "voz cantante"

"Esta es mi primera foto", dice Ida Vitale cuando ve la imagen en blanco y negro. Viene de una familia donde las que llevaban la "voz cantante eran las mujeres", cuenta. "Había una tía que era directora de una escuela de mucho prestigio, mi abuela había sido a los 12 años maestra en un pueblo del interior, después se había casado, había tenido un montón de hijos, nunca la vi como una mujer subyugada", señala Ida. Ella nunca sintió que por ser mujer haya tenido menos posibilidades, Solo recuerda, a sus 94 años, un momento durante su exilio en México cuando trabajó en el semanario Uno Más Uno, donde que ella fuera mujer puede haber jugado en contra.
Ida Vitale recibiendo el premio Reina Sofía. Foto: EFE
Ida Vitale recibiendo el premio Reina Sofía. Foto: EFE

El "susto" de su vida en francés

"Nunca quise llegar", contesta firme Ida Vitale cuando se le pregunta si llegó a donde pretendía. Pero enseguida sus ojos celestes se iluminan y cuenta lo que nunca imaginó, cuando la realidad sí superó sus expectativas. "Lo que nunca me imaginé... el susto de mi vida fue la edición francesa que todavía no la tengo muy entendida cómo salió, cómo llegó". Se refiere a Ni plus ni moins, una edición bilingüe traducida del español por Silvia Baron Supervielle y François Maspero, que le valió el premio Max Jacob el año pasado. También en 2017 recibió en España el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca, entregado por ser "una gran renovadora de las letras, así como una de las más vanguardistas de la poesía en español". Antes, en 2015 obtuvo el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, donde señalaron: "Su poesía indaga en la alquimia del lenguaje y establece un encuentro entre una exacerbada percepción sensorial de raíz simbolista y la cristalización conceptual en su perfil más preciso".

De musicalidad, corrientes, inconformismo e influencias

—¿Considera que su creación ha cambiado mucho con el correr del los años?
Sí, pienso que algo ha cambiado, a veces creo que he perdido algo de la musicalidad, y me da pena. Hay un momento, sobre todo en Europa, con el surrealismo y todo lo que andaba cerca, que ser muy musical era un demérito. No es así en Inglaterra, en poesía inglesa o americana. A mí me gustaba mucho la forma soneto, pero creo que es una forma que quedó un poco fijada...
—En su obra, ¿hay algún poema o libro que le guste en especial?
—No, es difícil. Supongo que tendría que estar muy conforme con lo que hice para eso.
—¿El inconformismo es una de sus virtudes entonces?
Digo, si estás dentro te vas a imaginar que lo que estás haciendo es menos de lo que quisiste hacer, obvio, salvo que te pongas un tope muy bajito. Si has leído a los buenos, es mas difícil. A mí me gusta mucho (el poeta franco uruguayo Jules) Supervielle. Me gustó siempre, lo primero que leí de él fueron sus cuentos. Siempre he sentido que los franceses no le dan tanta importancia como a otros.

Gremio presentó "Charrúa", la camiseta en honor a Uruguay

La casaca de color celeste fue presentada este viernes
Gremio utilizará una camiseta de color celeste llamada comercialmente "Charrúa" en homenaje a la selección de Uruguay. La misma fue presentada el viernes en Porto Alegre. En la web oficial del club dice que "Divididos por una frontera, el país vecino tiene en común una pasión que golpea el mismo compás ritmado del corazón de quien lleva consigo raza, determinación y perseverancia en cada juego".
"El homenaje de Umbro (la empresa que viste a Gremio) a Uruguay, por medio de la referencia de la camisa celeste, establece un registro de afinidades deportivas y culturales históricas con el fútbol uruguayo, sea por los valores de garra, voluntad y espíritu" copero ", sea en el rescate al recuerdo de grandes atletas uruguayos que a lo largo de la historia vistieron nuestro manto y contribuyeron a grandes conquistas ", explica el ejecutivo de marketing del Club, Beto Carvalho. 
Uno de los grandes ídolos históricos de Gremio es Hugo De León.
La camisa con sus colores tradicionales, azul celeste con detalles en blanco y negro, hace que represente bien el apodo del club, el tricolor. 
La camiseta será usada ​​en juegos oficiales, sirviendo como opción de segundo o tercer uniforme. Todas las camisas siguen como estándar en la parte frontal el uso de un arte gráfico en alusión a elementos característicos de la nación celebrada, mientras que en la espalda siempre tendrá un pedazo de la bandera del país.

domingo, 11 de febrero de 2018

CANTANTES URUGUAYAS

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sábado, 3 de febrero de 2018

¡URUGUAY A JAPÓN! 🇺🇾 acaba de vencer 32-31 a 🇺🇾 y se clasificó a la Copa del Mundo del 2019 🏆 ¡Qué orgullo tremendo, Teros! ¡Y lo viviste por !

lunes, 22 de enero de 2018


POLLY FERMAN EN SALA VERDI





UNA REINA ,UNA ARTISTA CON TODAS LAS LETRAS Y UNA HERMOSA PERSONA

Por: Heber Perdigon
La pianista uruguaya Polly Ferman antes de emprender su gira por Francia y España desde Paris habla de sus proyectos. La gira que hará con la compañía “Tango Metrópolis” la llevará a Barcelona y Pamplona, y en Francia, a Limoges, Marseille y Toulon entre otras ciudades. Residente en Nueva York a más de 30 años. Comenzó sus estudios de piano con solo 3 años. Con apenas 7 años realizó su primer recital.
Ganó el premio en el concurso de Juventudes Musicales a los 9 años. A los 11 años hizo su primer debut sinfónico con la orquesta de la OSSODRE. Fue alumna de Santiago Baranda Reyes. Continúa sus estudios con Cecilia Bronstein en Buenos Aires. En Nueva York estudia con Eugene Liszt y William Daghlian. Una de las máximas intérpretes de la música de las Américas.
La pianista uruguaya Polly Ferman continúa cautivando al público con su excelente interpretación de compositores tales como Gottschalk, Nazareth, Gershwin, Villa -Lobos, Ginastera y Piazzola. Su maestría en este repertorio la ha llevado a que “El Japón Times” la distinguiera como la “Embajadora de la música de las Américas”. Polly Ferman es la directora musical y pianista de “Glamour Tango” un show de música y danza con un elenco totalmente femenino. Se destacan sus colaboraciones en dúo con el compositor y bandoneonista Daniel Binelli.
Las numerosas grabaciones de Ferman, constituyen una de las más extensas colecciones del repertorio latinoamericano para piano. Las giras internacionales como solista han incluido actuaciones con prestigiosas orquestas: Sinfónicas de San Francisco, Sacramento, Tokio, Filarmónica de Montevideo, Ucrania entre otras. Ferman es una emprendedora cultural, ha fundado y dirige Pan American Musical Art Research, Inc., (PAMAR), sin fines de lucro, desde 1984, con el objetivo de promover el reconocimiento y apreciación de las culturas de Latino América.
¿Cómo surge la gira por España y Francia?
Esta gira surge por una invitación de la compañía “Tango Metrópolis” con la que había actuado del 2000 al 2005. Soy pianista del Quinteto del Maestro Daniel Binelli. Es una compañía de 5 músicos y 12 bailarines. Estamos presentando dos programas diferentes, uno se llama “Tango Suite” y el otro “Tango Metrópolis”. Distintas coreografías, distintas puestas y distintos repertorios.
“Tango Suite” es el primero que vamos hacer, es un homenaje Aníbal Troilo. Estará la “Suite Troiliana” que escribió Piazzola con arreglo del maestro Daniel Binelli y otras obras. El primer programa Tango Suite es más musical. El segundo “Tango Metrópolis” es más armado desde la danza. El maestro Daniel Binelli lo creó hace 20 años.
Nos hemos producido en Alemania e Italia, pero siempre el fuerte ha sido Francia. Los franceses se sienten muy cómodos y les gusta mucho “Tango Metrópolis”. Siempre nos vuelven a contratar. Haremos también en Pamplona el repertorio “Lorca Tango” en homenaje a Federico García Lorca. Es un espectáculo con los bailarines y el Quinteto, con un bailaor fantástico. En marzo de 2017 estuvimos en el festival Chejov de Moscú haciendo ese programa con un gran éxito.
Usted es la fundadora de Pan American Musical Art Research, Inc. (PAMAR) ¿Con que objetivo la fundó?
Es una asociación sin fines de lucro que fundé hace 34 años en Nueva York. Siempre con la intención de hacer conocer al Uruguay fuera de fronteras y a la música latinoamericana. Hasta ese momento me dedicaba a la música clásica. Decidí hacer algo, no solo para que los americanos supieran donde está Uruguay sino el resto de américa latina. Los americanos hasta Méjico conocen, el resto no saben muy bien donde queda.
Tienen un concepto muy especial de américa latina. Ahora incluyen al Caribe. Me puse a tocar música de compositores latinoamericanos. Interpretaba sobre todo compositores de comienzo del siglo XX que habían estudiado en Europa pero que habían tomado las raíces del folclore de latino américa. Captaba un público más vasto. Sin miedo al aburrimiento, o con temor de no saber en qué momento aplaudir. Eran conciertos cortos y más divertidos. Hacía mucha pedagogía para que entendieran.
Como vi que había buena receptividad, me di cuenta qué sola no podría lograr lo que quería. Decidí fundar la Asociación sin fines de lucro, con un directorio que estuviera involucrado con la cultura en Nueva York. Un miembro del directorio me presenta a Plácido Domingo y es nombrado Presidente Honorario desde el comienzo hasta hoy. Plácido domingo es el mejor aval.
La fundación les ha abierto muchas puertas a los artistas. Se creó un espacio en donde se contenía la oferta. No ha sido muy popular, porque para lo popular hay lugar en Nueva York. Están los festivales de Puerto Rico que desfilan por la Quinta Avenida. Quería mostrar, que además de lo popular, existe una cultura importante de latino américa. Todo lo que he hecho hasta hoy lo he hecho a pulmón.
Luego de su estadía en Japón volvió a Nueva York. ¿Cómo encontró la asociación?
Cuando volví a Nueva York en el año 2000 luego de mi estadía en Japón, encontré a PAMAR un poco parada. Me di cuenta que los latinos estaban todos separados, cada país hacía sus cosas por su lado. No hay un punto de inflexión en donde podamos reivindicar que todos somos parte de una cultura. Observé a las organizaciones de música, danza, artes visuales, cine, literatura y teatro, que organizaban manifestaciones latinoamericanas.
Fui hablar con los responsables. En el 2006 salí con la primera semana latinoamericana. El proyecto llama la atención del Departamento de Cultura de la ciudad de Nueva York y lo apoya. He recibido premios de la Alcaldía de Nueva York. Para el artista latino tener un lugar en Nueva York es muy importante.
¿Qué siente cuando el diario “Times de Japón” la nombra embajadora de la música latinoamericana?
Viví ocho años en Japón. Mis obligaciones personales me llevaron a Japón. Estuve casada con un diplomático argentino. Como pianista fue una experiencia única, fantástica. He ido a muchos lugares con el repertorio latinoamericano. Como pianista me he dedicado a promover la música latinoamericana. Me di cuenta en Japón que a pesar de toda la infraestructura urbana para discapacitados, sillas de ruedas, lugares para ciegos, los discapacitados no se veían en las calles.
Quería saber en dónde estaban. Un día nos invitan a un concierto. Toda la planta baja del teatro estaba llena de sillas de ruedas. Pregunté porque habían tantos, me decían que eran amigos de un Príncipe que los había invitado. Quería entrar en contacto con las instituciones para ir a tocar para ellos. No entendían porque la esposa de un embajador quería ir.
Entonces decidí invitarlos a la embajada para tocar para ellos. Vinieron algunos, no eran discapacitados, la mayoría eran ancianos. Hablo con el príncipe y me dice que muchos discapacitados no pudieron venir. Quería ir a los lugares de la gente que pudo venir. Un día el Príncipe me llama y me pregunta porque quiero ir a tocar a esos lugares. Le contesté, porque soy egoísta, voy a recibir mucho más de lo que voy a recibir.
El Príncipe organiza una gira de 25 representaciones por todo Japón, en instituciones de discapacitados, leprosario y enfermos terminales. Toda esta gente estaba como en islas en medio del pacífico. Estaban bien cuidados, pero nunca habían visto música en vivo, solo miraban televisión. Ese día descubrí que si para mí tenía una razón ser música era para tener esas experiencias. Fue maravilloso. Toqué en una cárcel para delincuentes juveniles. He tenido experiencias inolvidables, también toqué a cuatro manos con la Emperatriz. Estoy escribiendo un libro sobre mi vida, lo tengo todo relatado.
¿Qué es “Glamour Tango”?
Todo comienza cuando el Maestro Daniel Binelli me invita hacer parte de su Quinteto. Venía de lo clásico y luego de la música latinoamericana. Me llevó tiempo pasar al tango. No soy feminista pero abogo por los derechos de la mujer, quería que tuviera su espacio. He visto que en las orquestas de tango la mayoría de los músicos son hombres.
Hay mujeres que cantan tango, en la danza del tango la mujer baila pero el hombre da la directiva. Me propuse hacer algo con solo mujeres. Crear un proyecto en donde la mujer sea la protagonista del tango, que no remplace al hombre. Poder contar que pasó con la mujer en la historia del tango, desde que comenzó en el burdel hasta hoy, que es una mujer ejecutiva.
Es un proyecto multimedia de música y danza. Se proyectan fragmentos de films antiguos. Hay proyección especial en donde muestro el candombe. En el 2017 cumplimos 10 años con “Glamour Tango”. La primera función fue en el Teatro Solís en Montevideo e incluí el candombe porque tiene un lazo profundo con el tango. Fui al barrio Sur y descubrí una comparsa de mujeres que se llama “La Melaza”.
La vi ensayar templando los tamboriles en la calle un domingo de mañana y las invité a participar en mi espectáculo. Fue muy emocionante cuando las llevé al Solís. Hice un video de esa función y eso lo engancho con una obra del maestro Daniel Binelli que se llama “Aquellas Comparsas”. Binelli ha escrito mucho candombe. El candombe para mi es fundamental y lo incluyo siempre en este proyecto.
¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Me siento que tengo que abrir otra puerta. Esa puerta será en Europa. Llega un momento que hay que agregar cosas a su vida sino se vuelve monótono. Hacer lo que hago, promover la música latinoamericana y entrar con el tango. Me gustaría empezar por España. No he vivido nunca en Europa y tengo muchas ganas de hacerlo. Las grandes ciudades tienen posibilidad de conocer todo tipo de música, en las pequeñas ciudades y en pueblos, tal vez no sea tan fácil el acceso. Es esa la experiencia que me falta vivir. Llevar la música a todos los rincones.

martes, 16 de enero de 2018

VERANO 2018

Comenzó el Jazz a la Calle y el swing copó Mercedes

Artistas de todo el mundo llegan a la “Meca” para gozar y dejar su huella.
Cerca de 2 mil músicos y 15 mil personas participan del Jazz a la Calle en Mercedes. Foto: D. Rojas
Cerca de 2 mil músicos y 15 mil personas participan del Jazz a la Calle en Mercedes. Foto: D. Rojas
Dos mil músicos participan del festival Jazz a la Calle de Mercedes. Es un encuentro único en el mundo donde, antes que el dinero y los aplausos, los organizadores buscan alcanzar la calidad en la esencia misma.
Por esa razón, no llegan figuras comerciales posicionadas por el marketing, pero sí lo hacen destacados docentes de prestigiosas universidades "que son quienes diseñan la música que luego se escucha en el mundo", según indicó Horacio "Macoco" Acosta, uno de los promotores y apasionados del movimiento cultural con sede en la capital de Soriano.
Hasta el 21 de enero, Mercedes se transforma en la "Meca" de quienes comparten la música como lenguaje universal y como devolución a tanta hospitalidad, transforman "mágicamente" una ciudad que vive 9 días en plena armonía.
"Este es un encuentro único porque destacados músicos de Estados Unidos, Francia, Croacia, Alemania, Cuba, Brasil, Argentina y Uruguay, vienen por placer, a gozar, a dar lo mejor de sí y recibir lo mismo de sus semejantes. Todo sin percibir dinero a cambio porque se trata de un enriquecimiento personal", indicó Reina Bartolotte, presidenta del movimiento cultural Jazz a la Calle.
Foto: Daniel Rojas
Foto: Daniel Rojas
Este año en particular se le da una amplia participación de músicos uruguayos. El proceso de selección es complejo y exigente. La preinscripción se realiza en la página web oficial.
"La clasificación mediante una delicada puntuación, está a cargo de 10 curadores que viven en diferentes partes del mundo", explicó.
El trabajo es arduo. "No vivimos de esto, lo hacemos en forma honoraria y con satisfacción podemos decir que cada año se suma más gente a la organización", indicó Bartolotte.
Por otro lado, aseguró que se trabaja durante todo el año, pero cuando llega esta fecha, hay voluntarios "que sacan licencia en sus trabajos y en lugar de irse de vacaciones, destinan todo su tiempo libre para trabajar por el Jazz".

Aprendizaje.

Durante todo el año funciona la Escuela de Música con más de 200 alumnos. Desde el año pasado se creó una licenciatura que se brinda en Mercedes como filial de la Universidad Tecnológica (UTEC). "Es asombrosa la cantidad de músicos que se están instalando en Mercedes o tienen perspectiva de hacerlo porque sienten que es su lugar en el mundo", indicó Bartolotte.
La jornada inaugural debió trasladarse desde el escenario principal de Manzana 20 hacia el teatro 28 de febrero, en función de los pronósticos nada favorables. El público pudo disfrutar de la clásica apertura a cargo de niños y jóvenes que asisten a la escuela municipal de música y luego de las bandas argentinas Mingunos y Kai d raíz. El domingo se presentaron Carol Panesi & Grupo de Brasil, Marcos Caula Trío de Uruguay y TONE (Sarah Elizabeth Charles & Jarrett Cherner) provenientes de Estados Unidos. Luego de los toques en el principal escenario, los músicos se encuentran en un espacio (jam sessions) para hacer un intercambio. La dinámica es que uno toma un instrumento y otro músico otro, y entonces se genera una sinergia espectacular", cuenta Bartolotte. El intercambio se hace todas las noches las 4 de la mañana.